Ayer miles de personas siguieron por la TV la llegada de de la Fragata Libertad, después de dos meses y medio de estar confiscada en Gahana por los fondos buitres.
Fondos buitres que cuando se abrió el canje de la deuda, no quisieron tomarlo como otros lo hicieron y ahora reclamaban el pago, sin vueltas, todo junto.
La Autoridad del Mar, sentenció que un barco de guerra no puede ser embargado y Gahana liberó la Fragata.
Su llegada se retrasó a instancias del gobierno nacional que quería tener todo programado para el día 9 y a la hora 19:00. Por eso se la veía varada a kilómetros de la costa y luego a paso de tortuga hasta llegar al puerto de Mar del Plata.
Lo que tendría que ser una fiesta para todos y sobre todo para los tripulantes y sus familiares, resultó tedioso por el atraso del rencuentro después de tanto tiempo de no verse, de no saber que pasaba, porque la Armada seguramente no informaba a los familiares cual era la situación real.
Y llegó Cristina. Previamente numerosos grupos de distintos lugares, según lo expresaban las banderas que exhibían, realizaban demostraciones de fuerza agitando los estandartes de todos colores y rostros, menos el de Argentina, la bandera brilló por ausencia y se vio una demostración más de proselitismo que avergüenza.
En clara demostración de la desunión que reina en el justicialismo en todo el país, se agitaban todo tipo de bandera, Perez, Kirchner, Cristina, etc. etc. Duhaldista, Menemistas, Kirchneristas, Sciolistas, ¿son justicialistas o no? No hubo banderas Argentinas. Ni una cara de Evita ni de Perón se vio y que fueron los gestores que revolucionaron el sistema de trabajo en Argentina, (esto sin importar la ideología) le dio el voto a la mujer cuando en otros países más chicos ya estaba implementado, dictó leyes para los trabajadores, la educación. Que después que falleciera Evita, Perón cambiara el rumbo, es bien sabido pero lo que hizo quedó para siempre. Y ahora se dan vuelta como moneda a cara o cruz, ¿quién da más?
Proselitismo puro el acto de ayer. Una lástima y una falta de respeto por esa gente que defendió la Fragata Libertad.
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