lunes, 3 de septiembre de 2012

Cuando ves a tu vecino afeitar... pon tu barba a remojar

El Municipio es como una familia, ocupada en que todo se haga como corresponde, trabajo, salud, entretenimiento, educación. 
Pero como sucede a veces en las familias hay quienes colaboran y quienes no al bienestar general. Hay vivos que viven de los que trabajan y se rompen el lomo para que nada les falte. Hay quienes piensan ganarse el salario no haciendo nada, no cumpliendo con sus obligaciones o engañando. Las mentiras tienen patas cortas y el mentiroso tiene que tener buena memoria para  acordarse de lo que habló.
Viene al caso esto porque en el hospital en cualquier momento habría una exoneración de un médico con carpeta médica, (no trabaja en el hospital) pero resulta que está trabajando en otro hospital.
Estos abusos no hacen más que perjudicar a la población doblemente: en atención al público y al contribuyente que le paga su salario.

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