Leyendo el correo más abajo, recibido por parte de la Juventud Radical, no queda más que llegar a la conclusión que la comunidad pinamarense es víctima, rehén de esta sucia política del gobierno nacional que no mide consecuencias con tal de ganar un voto más; pero ojo porque el pueblo mismo se flagela.
Algo de lo que expresan había llegado a nuestros oídos, es decir la recolección y envío de agentes policiales, a distritos grandes donde hay que mejorar el voto. Pinamar no tiene ni es una ciudad como Mar del Plata, por lo tanto calculan desde el gobierno que los votos que obtuvieron no van a aumentar de forma que los ayude a engrosar su elección, pero sí lo haría Mar de Plata.
Esa forma de discriminar que tendría el gobierno provincial y nacional, es permitida gracias a los obsecuentes de turno que los votan y que ni siquiera levantan la voz para defender lo suyo.
Seiscientos agentes enviaron o enviarán a Mar del Plata, más doscientos prefectos, sacados de otros distritos.
En Pinamar, NADA. Cariló lloró y pateó en provincia y le enviaron seis agentes más. ¿Y el resto del partido? Discriminación pura. O pasividad, vacas mirando la ruta detrás del alambrado.
Un pueblo que sigue votando en casos a delincuentes, a políticos que los ha llevado al estado en que hoy se encuentra la sociedad en total desprotección, a políticos que como en este caso, niegan el trato igualitario a todos por un voto, un pueblo como Pinamar que sólo saben hablar en las redes y cuando los convocan no van poniendo, miles de pavadas de excusa, merece lo que tiene.
¿Por qué no se organizan y van en caravana al Ministerio de Seguridad de la provincia a reclamar al Ministro y al Gobernador, mejores sueldos para la policía, y más agentes para Pinamar? No diez ni veinte coches, cien vehículos, hacer bastante ruido con bocinas, reclamando con educación, sin gritos, con una delegación elegida para hablar, no todos juntos a lo loco, sin agresividad, pero haciéndole ver que el pueblo está y se preocupa.
No van porque la mayoría no levanta el traste de la silla y espera que otros le arreglen las cosas.
Reitero: vacas mirando la ruta detrás del alambrado y además en octubre, póngale el voto otra vez, a lo mejor los delincuentes se asustan de los planes de Casal y de Scioli.
Luis E. Rodi
Utopías de Pinamar
Algo de lo que expresan había llegado a nuestros oídos, es decir la recolección y envío de agentes policiales, a distritos grandes donde hay que mejorar el voto. Pinamar no tiene ni es una ciudad como Mar del Plata, por lo tanto calculan desde el gobierno que los votos que obtuvieron no van a aumentar de forma que los ayude a engrosar su elección, pero sí lo haría Mar de Plata.
Esa forma de discriminar que tendría el gobierno provincial y nacional, es permitida gracias a los obsecuentes de turno que los votan y que ni siquiera levantan la voz para defender lo suyo.
Seiscientos agentes enviaron o enviarán a Mar del Plata, más doscientos prefectos, sacados de otros distritos.
En Pinamar, NADA. Cariló lloró y pateó en provincia y le enviaron seis agentes más. ¿Y el resto del partido? Discriminación pura. O pasividad, vacas mirando la ruta detrás del alambrado.
Un pueblo que sigue votando en casos a delincuentes, a políticos que los ha llevado al estado en que hoy se encuentra la sociedad en total desprotección, a políticos que como en este caso, niegan el trato igualitario a todos por un voto, un pueblo como Pinamar que sólo saben hablar en las redes y cuando los convocan no van poniendo, miles de pavadas de excusa, merece lo que tiene.
¿Por qué no se organizan y van en caravana al Ministerio de Seguridad de la provincia a reclamar al Ministro y al Gobernador, mejores sueldos para la policía, y más agentes para Pinamar? No diez ni veinte coches, cien vehículos, hacer bastante ruido con bocinas, reclamando con educación, sin gritos, con una delegación elegida para hablar, no todos juntos a lo loco, sin agresividad, pero haciéndole ver que el pueblo está y se preocupa.
No van porque la mayoría no levanta el traste de la silla y espera que otros le arreglen las cosas.
Reitero: vacas mirando la ruta detrás del alambrado y además en octubre, póngale el voto otra vez, a lo mejor los delincuentes se asustan de los planes de Casal y de Scioli.
Luis E. Rodi
Utopías de Pinamar
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