Fuente Clarin
El cadáver de un joven de 28 años
apareció ayer a la madrugada en Pinamar, en una zona del bosque, a unos 300
metros del comando central de la Policía Bonaerense desde donde se dirige el
Operativo Sol. La hipótesis principal que manejan los investigadores es que se
habría tratado de un ajuste de cuentas, presuntamente por un conflicto sexual,
y se apunta a dos travestis que practican boxeo y que viven en
la zona de Ostende. Sin embargo, tampoco se descarta una venganza por otros
motivos, ya que la víctima tenía antecedentes por robo calificado.
De acuerdo a los datos de la
autopsia, el cadáver tenía golpes en todo el cuerpo y la
muerte se produjo por el impacto de un palo, que apareció ensangrentado cerca
del cuerpo. En el descampado también había varios preservativos.
La víctima fue identificada anoche
como Sergio Rodríguez. La Policía consiguió llegar a su identidad a través de
los tatuajes del tipo “tumbero” (carcelario) que tenía sobre el cuerpo.
El cadáver apareció a la una menos
veinte de la madrugada de ayer, tirado en un descampado de la avenida
Intermédanos, en las inmediaciones del colegio San Antonio. Esta vía es una las
principales para llegar a Ostende y Valeria del Mar, y está a unos 500
metros de la entrada principal de Pinamar.
Pero, además, a unos 300 metros de
donde apareció el cuerpo está la sede principal del Operativo Sol, desde donde
despegan los helicópteros que patrullan la zona e incluso donde duermen los
integrantes del Grupo Halcón.
El joven fue hallado con el torso
desnudo y en el rastrillaje policial que se hizo en la zona se encontraron
preservativos que serán analizados para ver si hay rastros de ADN que puedan
dar pistas sobre los agresores.
Lo que no está claro es si la pelea
que causó la muerte de este joven se produjo en el lugar, o si el cuerpo “fue
dejado” en esa zona. El hallazgo del palo podría indicar que todo se resolvió
allí, aunque también se siguen otras líneas de investigación con los puestos de
control que están en la zona.
“Hiyo (sic) te amo”, tenía tatuado a
la altura del corazón la víctima. Ese detalle (y otros tatuajes más en el resto
del cuerpo) podría resultar clave para la investigación. Por un lado, porque
permitieron identificar el cuerpo, pero también porque serán cotejados con el
registro de tatuajes “tumberos” que tiene la Policía y que sirve para cotejar
más antecedentes.
Parte del operativo Sol, y del
blindaje que se hace en los accesos a la Costa, está relacionado con la
hipótesis que manejan en el Ministerio de Seguridad: que muchos ladrones
alquilan casas en la zona de Madariaga y entran en los principales balnearios
de la Costa para robar.
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