Se llevó a cabo ayer lunes 7 del corr, la conferencia de prensa en la obra de las calles Saavedra y Calcuta de Ostende.
Al mediodía se hizo presente el Arq. Canissa por parte de la municipalidad, muy pocos medios, ningún concejal para interiorizarse de lo que sucedía.
El Sr. Enrique Lezcano informó a Utopías que mantuvo una charla con el Arq. Canissa a quien le solicitó "le explicara de que se trataba la obra que hacían".
El funcionario comunicó que se trataba de continuar los trabajos que tendría que haber hecho la empresa Plantel que obtuviera la licitación para la entrada de Ostende, por Víctor Hugo, con el compromiso de las calles laterales para el desvío de las aguas. Ante el reclamo por el incumplimiento de dicha empresa de terminar la obra, la misma delegó el trabajo a otra empresa de Pinamar: la de Mario Ugartemendía.
Hasta aquí todo comprendido; lo que expresaba el Sr. Lezcano y le preguntó al Sr. Canissa, ¿quién controlaba la obra?
Hay un afuera del mostrador y por otro lado atrás de la barra. El Sr. Ugartemendía trabaja en la municipalidad, es jefe de obra y a la vez es dueño de la empresa que hace el trabajo ¿quién controla?
Cuando el Sr. Lezcano informó de la entrega de arena a un particular, mediante cobro, el funcionario municipal, contestó que la arena que se extrae, se acopia en un terreno municipal para uso propio o de quien lo necesite y no pueda pagarlo. A lo que el Sr. Lezcano aclaró que "personalmente siguió al camión y vio como la volcaban en una obra particular de Víctor Hugo e/ Robette y La Plata y que por la dimensión y el lugar, no creía que necesitaran le donaran la arena, además el encargado de la misma corroboró que habian pagado. En esta circunstancia el Arq. Canissa expresó que iba averiguar que pasó.
La obra aún no se terminó; arreglaron la subida en las entradas de cada vecino; CALP no comenzó ayer lunes a trabajar, por lo tanto no pueden seguir con el arreglo de la calle.
NdR. No es nuevo este accionar. Se podría decir que se prestaría el Municipio y el Concejo Deliberante, para que cada uno haga sus negocios a costa de los giles que pagan. De ahí que algunos estén desesperados por ocupar un lugar en las dependencias del estado.
Al mediodía se hizo presente el Arq. Canissa por parte de la municipalidad, muy pocos medios, ningún concejal para interiorizarse de lo que sucedía.
El Sr. Enrique Lezcano informó a Utopías que mantuvo una charla con el Arq. Canissa a quien le solicitó "le explicara de que se trataba la obra que hacían".
El funcionario comunicó que se trataba de continuar los trabajos que tendría que haber hecho la empresa Plantel que obtuviera la licitación para la entrada de Ostende, por Víctor Hugo, con el compromiso de las calles laterales para el desvío de las aguas. Ante el reclamo por el incumplimiento de dicha empresa de terminar la obra, la misma delegó el trabajo a otra empresa de Pinamar: la de Mario Ugartemendía.
Hasta aquí todo comprendido; lo que expresaba el Sr. Lezcano y le preguntó al Sr. Canissa, ¿quién controlaba la obra?
Hay un afuera del mostrador y por otro lado atrás de la barra. El Sr. Ugartemendía trabaja en la municipalidad, es jefe de obra y a la vez es dueño de la empresa que hace el trabajo ¿quién controla?
Cuando el Sr. Lezcano informó de la entrega de arena a un particular, mediante cobro, el funcionario municipal, contestó que la arena que se extrae, se acopia en un terreno municipal para uso propio o de quien lo necesite y no pueda pagarlo. A lo que el Sr. Lezcano aclaró que "personalmente siguió al camión y vio como la volcaban en una obra particular de Víctor Hugo e/ Robette y La Plata y que por la dimensión y el lugar, no creía que necesitaran le donaran la arena, además el encargado de la misma corroboró que habian pagado. En esta circunstancia el Arq. Canissa expresó que iba averiguar que pasó.
La obra aún no se terminó; arreglaron la subida en las entradas de cada vecino; CALP no comenzó ayer lunes a trabajar, por lo tanto no pueden seguir con el arreglo de la calle.
NdR. No es nuevo este accionar. Se podría decir que se prestaría el Municipio y el Concejo Deliberante, para que cada uno haga sus negocios a costa de los giles que pagan. De ahí que algunos estén desesperados por ocupar un lugar en las dependencias del estado.
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