Espantoso sería suave la palabra para definir el actuar del grupo de cinco concejales adentro del concejo.
Incoherente la forma de expresarse y de hacer cuando se reconoce que no haría bien las cosas, como por ejemplo obviar determinados artículos al transcribirlos -caso Montemar con la cuponera- y otros más reconocidos por ellos mismos.
No trabajan como corresponde y lo peor que se creerían reyes del HCD, no dándose cuenta que el pueblo está cansado de la politiquería que les ofrecen y la falta de soluciones a los distintos problemas.
Ayer en la emisión de Sin Vueltas con Víctor Gamarra, en entrevista al intendente interino Hernán Muriale, éste bien plantado hizo una proposición al concejal K Vidauli para que tome la Secretaría de Hacienda y hasta ahora lo que ha hecho el concejal es meter la cola entre las patas; porque lo único que sabe y que varias veces se le ha escuchado es decir que el gobierno tiene plata, pero ¿porque no mete él el gancho para usar esa plata?, no, porque podría ir preso por usar fondos que son enviados de nación y provincia.
Vergonzoso lo del concejal K que tuvo que salir a defender a su protegido asesor por otro medio, luego que fuera cascoteado por Muriale.
Más vergonzoso todavía el grupo de Proyecto Nacional, con las internas peleas por el poder y que siguen inventándolas para ganar aire en los medios; no se justifica que hoy miércoles algunos hablen del robo en el domicilio del presidente del Legislativo, y no digan nada de los demás delitos que hay todos los días, sobre todo el asesinato de María Marta Landivar de hace tres meses sin detenidos ni sospechosos; este si que podría ser un crimen político.
Fuentes fidedignas de Buenos Aires llegadas a Utopías, dan cuenta de un comunicado arriba de un escritorio de alto funcionario de la provincia donde se aplicaría la intervención del Concejo Deliberante y con él, caería por supuesto la intendencia. Esto es lo que los estaría reteniendo para ejecutar, pero no les temblaría la mano si la situación en Pinamar, no toma el rumbo estabilizador.
Por otra parte, ya se ha dicho a través de este medio hace bastante tiempo que el odio, la envidia, el rencor y la riqueza que representaría el partido de Pinamar, es la élite de la cuestión que arrastran estos cinco concejales, donde cada uno de ellos le gustaría estar sentados en el sillón para poder usufructuar los beneficios de él. El destituido del Concejo sabe muy bien de que se hablaría por eso pugnaría por estar de nuevo y los demás quieren probar. Por eso ya se ha dicho, sea el MUPP o la UCR -que son los que tendrían chance de ganar-, así como asuman, estos cinco si no los remueven del cargo, seguirían suspendiendo y destituyendo intendentes.
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