La noticia corre por el mundo. La Iglesia Católica ya tiene conductor y es un argentino.
Ni los medios del país, casi nadie, -quizá algunos sí- imaginaban que fuera elegido el cardenal Jorge Berboglio como Papa cuyo primer contacto con los feligreses que poblaban la plaza del Vaticano, fue solicitarles que recen por él.
Nada mas acertado dado el momento actual por el que pasa la iglesia en varios países del mundo, con curas mezclados en delitos de pedofilia o con pareja e hijos, cuestión externa a lo que se suma los conflictos internos del Vaticano.
Todo estaría basado en su estado físico, un hombre de 76 años que aparentemente luce fuerte aún, pero habría que ver cuando comience con su actividad si podrá afrontar el trajín y las preocupaciones que el cargo le podría ocasionar.
Ojalá Francisco 1º, pueda ejercer un buen papado con la ayuda de cardenales, obispos, curas y fieles. Que pueda aplicar cambios y hacer un movimiento más dinámico y acorde con el mundo moderno.
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