Asustada y Tramposa Mesa de Entrada
A no todos
ciudadanos de Pinamar llegó una pretendida factura con un absurdo incremento de
las tasas municipales evocando la dudosa y yo diría fraudulenta Ordenanza
Municipal 4239/13. Digo pretendida factura porque considero que esta lleno de
errores formales y por supuesto también en las pretensiones. Yo tengo entendido
que un derecho constitucional del ciudadano es presentarse ante el órgano de la
administración pública y depositar allí un reclamo sobre el trato recibido de lo
que el considera injusto. Y es esto lo que pretendí hacer el día 07-03-2013 a las 11 de la mañana
mediante una carta al Intendente municipal. Concretamente pedí en la Mesa de Entrada que me certifiquen
mediante sello y firma en una copia que recibieran la carta. A primera vista
era evidente que la aparente encargada de recibir las notas tenía órdenes de
evitar el uso del derecho cívico del concurrente.Y se produjo un primer dialogo
de esta manera:
“Que
desea?”
“Quiero
dejar una carta para el Intendente”.
“De que
trata?”
“Para que
quiere saber esto. Le pido que me recibe la carta dirigida a él y en la copia
me certifica con sello la recepción”.
“Puedo
verla?”
“Si, como
no.”
Y le
entregue los dos ejemplares asumiendo que ella tiene autorización del Intendente
para leer las cartas dirigidas a él. Leyó una de las notas y la otra paso al su
colega sentado al lado y le susurro: “Otra”.
Pegunté si lo va recibir o no y me contestó que tenía que consultar con
su jefe. El jefe estaba parado fuera del edificio para fumar. Entró con la
empleada y las cartas en la mano, se presentó coma Baena y me dijo que ellos
tienen que abrir un expediente con mi reclamo presentado y esto implica un pago
previo de $60.
“Donde está
escrito esto?” le pregunté.
“En la
ordenanza 4239/13.”
“Puedo leer
esta ordenanza?”
“Si, como
no.” Y me anotó en un papel en blanco y doblado lo siguiente:
4239/13
Art. 9 ImcA
“Bueno,
puedo leer este Art 9 ImcA?”
“Claro. Voy
buscar un a copia.” Y se fue.
Luego de un
buen tiempo de espera volvió con una hoja fotocopiada con el encabezado del
Honorable Consejo Deliberante de Pinamar y un número en letras grandes y
gruesos 4239/13. En realidad se trata de una lista de aparentes “tarifas”
correspondientes a diferentes tramites a realizar en la municipalidad con una
columna análoga que expone diferentes valores numéricos precedidos de una letra
m o M. En el primer grupo me había marcado el punto a) Tramites en general –
m15. Le pregunté que significa m15 (aparentemente no es el servicio secreto británico)
y me aclaró
“Quince módulos”.
“Y que
tienen que ver $60 con esto?”
“Cada
modulo vale $4”, me contestó.
“Y donde
está escrito esto?”
“En la
correspondiente ordenanza”.
“Bueno, no
veo un artículo 9 en esta papel que Ud. dice que es la Ordenanza 4239/13.
Además señor Baena, estoy harto de estas patrañas y trato insultante. Voy a ver
si consigo mis derechos en otro lado”. Y me fui al HCD para asentar mi reclamo.
Señor
Intendente y en especial señor Baena. Es un grave insulto la forma como tratan a los ciudadanos de los cuales Ud.
reciben su oneroso salario. No solo son una manga de insolentes sino también
mal educados. Se atribuyen poderes que no tienen y lo que los ciudadanos les
ceden los usan en forma abusivo y degradante. Un abogado que tuerce la ley a su conveniencia,
aunque no es una raridad, sigue siendo un abogado no respetable ni honorable.
La honorable función de un funcionario público
es resolver los problemas de su empleador, el ciudadano, y no generarlas.
argutzbahm@hotmail.com
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