sábado, 29 de diciembre de 2012

Reflexiones de Año Viejo

El 2012 que ya nos deja atrás, seguramente para algunos habrá sido positivo, para otros negativo y hay quienes le resultó normal, ni bueno ni malo.
A nivel nacional, el país no estuvo como la mayoría lo auguraba al principiar el año. Políticamente hubo de todo; idas y venidas, palabras que cayeron en el vacío, promesas no cumplidas, una pequeña tanda de cosas buenas para el trabajador, no muchas; un país rico en minería, gas, petróleo pero sin explotar debidamente, los cuatro climas en su territorio, tierra fértil, ganado, etc. etc. Sin embargo la sociedad, no esta bien, la línea entre ricos y pobres cada vez se ensancha más y son muchos los que se sienten excluidos del sistema.
Para mantener un caudal de votos, se recurre al clientelismo que genera la vagancia aumentada por todos los planes sociales de ayuda al pobre.
Hasta ahora ningún gobierno sea del color que fuere, trajo y puso en marcha aquello de "te doy pero trabajá para el país". Se da a cambio de nada que sea fructífero para el pueblo, sólo para beneficio personal ayudando a perpetuarse en el poder.
Tampoco ningún gobierno puso en marcha planes para contener a los jóvenes, para que haya más universidades  públicas donde  todos puedan estudiar.
Un país donde la justicia funcione, donde no haya jueces corruptos como sucedió en el caso de Marita Verón y sin ir más lejos  aquí en Pinamar con el caso Porretti, sobreseído por un juez y luego la Cámara lo revocó.
Un territorio controlado en sus fronteras, para que la droga no ingrese y una policía bien paga para que pueda trabajar no teniendo que pensar que darle a su familia y jugarse la vida con los delincuentes.
Leyes que proteja a la gente, no al delincuente, más cárceles si son necesarias y más centros de rehabilitación para el drogadicto.
¿Y qué se puede decir de Pinamar? Viene a los tumbos desde  2007 y se agrava cada vez más. La capacitación del personal ejecutivo, no se ve. Directores que no saben dirigir, personas que hacen lo imposible para colocarse en algún puestito en el Ejecutivo o el Legislativo, para no hacer nada y cobrar. Pocos que  trabajan verdaderamente y muchos que miran y sólo saben pedir aumento.
Una sociedad variada, donde generalmente el extranjero le importa un comino lo que aquí pasa; otros creen en palabras y promesas y por más que se le informe sobre los antecedentes de determinado político, igual lo votan, lo que ya da que pensar que son iguales a él o que esperan alguna tajada.
Un legislativo en este 2012, donde no faltó las peleas siempre por el poder, las separaciones de bloques, las uniones y posteriormente las separaciones otra vez.
La desidia, la falta de compromiso con la gente que los votó, la acumulación de expedientes, los casos a resolver que van de un año a otro, como la playa, el COU, por nombrar los más conocidos, es lo que se vio durante el año en el partido de Pinamar.
Un intendente democráticamente elegido, destituido por quienes  quisieron sacar tajada de la torta cuanto antes, pensando en un llamado rápido a elecciones. Lo que no pudieron en las urnas pretendían hacerlo destituyendo.
Un radical devenido en justicialista con un "justiciero vengador" al lado cuya votación no era a favor del pueblo sino en contra de, para darle la espalda a su compañera de bloque. Terminó separándose.
Un variado grupo de pejotistas, bailando al son del marionetista que movía los hilos y que terminara comiendo de la mano que mordió, la mano de Scioli, como no podía ser de otra forma. Ahora otro en Pinamar, que come de la mano que mordió tiene un puesto en el gabinete y el procesado ve como se acomodan sus colegas y a él nada. Por eso habla, despotrica, se hace el enojado, pero es pura alharaca  para los giles  que le creen porque en realidad ve que se le escapa la liebre, más ahora que para marzo hay elecciones internas en el PJ.
Un año conflictivo y esto si, sería una utopía creer que en el 2013, todo se arreglará. Imposible sin un cambio de caras, sin una renovación, sin que la gente no tenga miedo a lo nuevo y deje de lado los prejuicios a la hora de votar.
De todas formas:
A mis anunciantes a los que algunos conozco personalmente a otros no, a los políticos que  me atendieran amablemente cuando solicitaba una entrevista y que fueron elegidos para tal fin, a mis amigos, familia querida, a mi hijo Luis en Río que sigue día a día todo el acontecer de Pinamar y la Argentina, a mis lectores de todo el mundo, a los colaboradores de Utopías, todos, les deseo que puedan cristalizar sus anhelos, que siempre luchen por la justicia, por superarse, por ser mejores, por ser dignos y respetuosos. No pierdan la fe y la esperanza, como dice el dicho "persevera y triunfarás"
¡Felíz Año Nuevo!
Los veo el miércoles 2 
Gracias mil por acompañarme!!!
Nelly Maletich

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