lunes, 20 de agosto de 2012

Nota de opinión / Rodríguez Saá


La ley nace en el campo de batalla
Después de la segunda guerra mundial el mundo quedó paralizado al escuchar las crónicas que hablaban de 45 millones de muertos y 15 mill de desplazados, Europa era un campo en ruinas y los sobrevivientes deambulaban en busca de comida y de abrigo con la esperanza que el fin de la guerra sería también una esperanza de vida.
En ese contexto los aliados buscaron culpables, se organizaron tribunales y entre otras cosas mostraban en las películas la responsabilidad que tenían quienes habían perdido la guerra. Pero esta política de buscar culpables no hacía más que ahondar la crisis política y económica y Europa estaba arrastrando al resto del mundo a una nueva crisis mundial similar a la de l930.
Hace dos años se cumplió el aniversario del Plan Marshall, que consistió básicamente en buscar un valor universal que uniera a los europeos y los aliviara de la grave crisis que estaban viviendo. Ese valor universal era el trabajo, a partir del trabajo era posible, como se vio posteriormente, reconstruir el tejido humano y comenzar a transitar un camino que los alejara de los odios y rencores y comenzar a construir una Europa que es la que todos conocemos.
La ley nace en el campo de batalla, así fue en Europa después de la revolución Francesa, así fue en EEUU en la guerra por la independencia, así fue en Rusia en China,  pero siempre, después de la guerra el Pueblo se unió a partir de valores universales, uno de ellos fue el trabajo. A los vencedores de nada les sirve buscar culpables, porque con esto la situación no mejora.
En la argentina pareciera ser que desde l810 hasta la fecha no hay ni vencedores ni vencidos, pareciera ser que la ley no existe por lo menos no existe, para los que sistemáticamente viven de la corrupción o del aparato del estado, la ley no existe para los que utilizan los impuestos  arrancados al pueblo trabajador, a los comerciantes e industriales y los utilizan para valorizar sus propiedades,  premiar a sus amigos o directamente para llevar los dinerillos mal habidos a paraísos fiscales.
Desde, Otro Pinamar es Posible” llamamos a todos los pinamarenses a unirnos a partir del trabajo a construir una sociedad donde se premie el trabajo, el estudio y el esfuerzo perdamos el miedo a participar, los honestos somos una gran mayoría, no hagamos de la crítica una  política, hagamos de la propuesta una política que nos incluya a todos los que trabajamos y queremos un Pinamar mejor.
Santiago Bahl

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