La ley nace en el campo de batalla
Después de la segunda guerra mundial el mundo quedó paralizado al escuchar
las crónicas que hablaban de 45 millones de muertos y 15 mill de desplazados,
Europa era un campo en ruinas y los sobrevivientes deambulaban en busca de
comida y de abrigo con la esperanza que el fin de la guerra sería también una
esperanza de vida.
En ese contexto los aliados buscaron culpables, se organizaron tribunales y
entre otras cosas mostraban en las películas la responsabilidad que tenían
quienes habían perdido la guerra. Pero esta política de buscar culpables no
hacía más que ahondar la crisis política y económica y Europa estaba arrastrando
al resto del mundo a una nueva crisis mundial similar a la de l930.
Hace dos años se cumplió el aniversario del Plan Marshall, que consistió
básicamente en buscar un valor universal que uniera a los europeos y los
aliviara de la grave crisis que estaban viviendo. Ese valor universal era el
trabajo, a partir del trabajo era posible, como se vio posteriormente,
reconstruir el tejido humano y comenzar a transitar un camino que los alejara de
los odios y rencores y comenzar a construir una Europa que es la que todos
conocemos.
La ley nace en el campo de batalla, así fue en Europa después de la
revolución Francesa, así fue en EEUU en la guerra por la independencia, así fue
en Rusia en China, pero siempre, después de la guerra el Pueblo se unió a
partir de valores universales, uno de ellos fue el trabajo. A los vencedores de
nada les sirve buscar culpables, porque con esto la situación no mejora.
En la argentina pareciera ser que desde l810 hasta la fecha no hay ni
vencedores ni vencidos, pareciera ser que la ley no existe por lo menos no
existe, para los que sistemáticamente viven de la corrupción o del aparato del
estado, la ley no existe para los que utilizan los impuestos arrancados al
pueblo trabajador, a los comerciantes e industriales y los utilizan para
valorizar sus propiedades, premiar a sus amigos o directamente para llevar los
dinerillos mal habidos a paraísos fiscales.
Desde, Otro Pinamar es Posible” llamamos a todos los pinamarenses a unirnos
a partir del trabajo a construir una sociedad donde se premie el trabajo, el
estudio y el esfuerzo perdamos el miedo a participar, los honestos somos una
gran mayoría, no hagamos de la crítica una política, hagamos de la propuesta
una política que nos incluya a todos los que trabajamos y queremos un Pinamar
mejor.
Santiago Bahl
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