Barra de Tijuca |
Pan de Azúcar |
Después de unas hermosas vacaciones y paseo por Brasil, desemboco en Buenos Aires, en mi Pinamar querido y sufrido.
Sin cambios notables; se diría que todo sigue igual, parado, sin resolver los temas importantes, a saber:
Playa, va para cinco años y nuevamente prórroga porque no han solucionado nada.
Presupuesto: Sin tratar, nuevos aumentos que el contribuyente tendrá que pagar; servicios, cero; ya veremos rebasar los líquidos cloacales en la ruta 11 o en plenas calles de Pinamar, sin contar con los cortes de luz y la falta de agua en diferentes zonas, situación que vivimos todos los pinamarenses todas las temporadas.
Delincuencia, en aumento y pese a la policía y la Guardia Urbana, los ladrones hacen lo que quieren.
Vengo de un país donde los chorros y narcos, son tratados como tal, y la gente como gente. La policía está perfectamente equipada, armada, y no anda con miramientos a la hora de reprimir, además de tener su buen sueldo. No se escapa nadie de la cárcel, es raro que hieran o maten a algún policía. El que roba para consumir, es alojado en un lugar especial, donde tiene que plantar, cuidar su quinta si quiere consumir verduras y frutas frescas, eso al margen de la atención psicológica y todo lo necesario para el caso que desee estudiar.
Otro mundo se diría, pero ya que copian tanta estupidez de los yanquis, sería bueno que miraran aqui cerca como hacen para controlar a los delincuentes a los cuales, inmediatamente de agarrados los escrachan en la foto y con las cámaras de televisión para que todos los vean. Igualito que acá, con tantas vueltas, derechos humanos, taparle la cara porque sino el abogado sale a defenderlos y así estamos.
La violencia manifiesta que produjeron los hinchas de boca, los destrozos a las propiedades, las agresiones a la propia policía, todo eso no es permitido en Brasil que seguramente en cinco minutos tendrían controlado los disturbios.
Un país organizado, con una presidencia seria, es el resultado de gente inteligente que sabe como votar.
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