miércoles, 2 de julio de 2014

Casa del adolescente / Tema adicciones

Resumen de la nota

Con motivo del “Día Internacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas”, en la Casa del Adolescente, bajo la dirección de Eric Ávalos, se realizó una jornada de concientización (orientada a los  jóvenes) en la cual se hizo  “hincapié en la importancia de la palabra ¨No¨ en la etapa por la que transitan los adolescentes”. Las exposiciones estuvieron a cargo de la Licenciada en Ciencia de las Educación, Alejandra  Risso, la señora Mónica López, el señor Omar Rojas.
El formato de conferencia sobre los beneficios del NO, presente en el discurso de cada uno de los expositores, no solo resulta inocuo, sino que está muy lejos de conseguir efectos positivos en la franja adolescente. Aunque la jornada puede resultar efectiva en el plano del marketing que impone la nueva dirección. Pero fuera de ello, la superficialidad en las actividades de la institución  pone de manifiesto el vacío de contenido en su encuadre.
Consultados distintos especialistas en adicciones (ninguno de ellos trabajan en Casa del Adolescente) sobre el tema del “NO”, todos coinciden que si no hay trabajo con los chicos, si no se construye con ellos una perspectiva sobre las adicciones, y se baja solamente el discurso de personas todas mayores de 50 años, la cosa no va a funcionar. Para los especialistas está claro que el NO (la prohibición) ya existe y está legislada. “Pero también es claro que no da resultado”. Al mismo tiempo consideran que la lucha se impone entre “lo prohibido y lo placentero”. O sea “el quita penas”.
Regresando al tema de los pibes, para los especialistas es necesario preguntarse: ¿Qué proyectos tienen los chicos? ¿Qué les resultaría atractivo como para autoimponerse el NO? Y entonces la respuesta que surge es: “Cualquier persona, adolescente o adulto, solo es capaz de reprimirse en el placer si pone en juego algo La problemática es muy compleja y los profesionales reflexionan  que: “Más  allá de cada individualidad, entran en juego, ideales, valores, culturas y pertenencia a una determinada clase social. No es igual el pibe que se emborracha con Fernet Branca a 100 mangos la botella, que el que compra el preparado en botella de plástico a 10 pesos. Porque existen atravesamientos  diferentes. Si nos quedamos con la cuestión fáctica de ver un pibe borracho, es un error. Una cosa es emborracharse en el ALMA con el último trago de onda, y otra con un tetra en la esquina de Víctor Hugo y Repeto. ¿Cuáles son los proyectos de unos y otros?  ¿Qué visiones tienen sobre el consumo de alcohol unos y otros? Digo alcohol, pero podemos ponerle marihuana o cocaína” explican los profesionales en adicciones. Y al mismo tiempo sostienen que “dejar de lado la cuestión del ¨placer¨ y creer que con charlas que hablan de futuras vidas riesgosas o desgraciadas se ¨domesticarᨠa los chicos es un error conceptual. Segundo, no se puede ignorar el tema del proyecto. Y tercero tratar a todos por igual, negando las diferencias culturales y sociales. Por supuesto que estos tres aspectos están íntimamente interrelacionados”del orden del proyecto”.

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