El de ayer fue un amistoso más, de esos que se pautan de antemano con equipos que quedaron afuera del mundial. El próximo sábado será el otro, contra Eslovenia.
Con Trinidad y Tobago fue una práctica y un aburrimiento para el televidente. Ganó, cierto, pero estaba dicho que no iban a mostrar todo su potencial, su estrategia y poner en riesgo a los jugadores que tienen que llegar sanos y salvos a la competencia.
Esto es, hacer fútbol pero sin comprometerse demasiado. El público ansioso de ver a sus jugadores preferidos, igual concurrió e irá el próximo sábado a La Plata, donde ya estarían todas las entradas adquiridas.
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