Hubo un cambio de comisión en el Sindicato de Trabajadores Municipales.
Este hecho importaría sólo al Sindicato y los empleados municipales
Esto traería un panorama económico incierto porque escuchando declaraciones vertidas en medios radiales por la nueva presidente del Sindicato, parecería que ésta no viviría la realidad no sólo de Pinamar, sino de todo el país.
Se descuelgan con 40% de aumento en sus salarios; no se objeta que no correspondería, pero la realidad es que solamente hay dos soluciones para este tema: aumentar las tasas o achicar la planta de funcionarios públicos a la vez que rever otros gastos con que originar recursos para pagarles a los empleados.
Otro aumento de tasas equivale a sacudir y secar más los bolsillos de los contribuyentes y respecto a lo segundo, depende del intendente llevar a cabo ese movimiento.
Lo cierto que el Sindicato, como una vez Utopías lo hablara con el anterior presidente, no actuaría como debería ser, no sólo cuidando los intereses del empleado sino también de la comunidad. Es sabido de personal que no cumple con sus horarios, otros con carpeta médica y sin embargo estarían trabajando en otro lado, el uso y abuso de los vehículos de la municipalidad y otras situaciones que el vecino no ignora y no dejaría pasar.
La agresividad, el querer imponerse a través del Concejo Deliberante, para conseguir lo que querrían, haría que reine malestar entre compañeros y también en la sociedad, porque otros paros, otra carpa como de las villas , mostrando un Pinamar tan degradado, no es para nada saludable y tampoco económicamente bien para los habitantes contribuyentes.
No se trata de asumir y llevarse todo por delante como si fueran arreglar el mundo, los demás vecinos de Pinamar, también existen y tienen las mismas situaciones que los empleados municipales, con la diferencia que algunos para poder llevar el pan a la mesa tienen que trabajar 10 o 12 horas al día mientras los municipales (no todos, no se meten en la misma bolsa) estarían apoyados en el escobillón, mirando pasar los vehículos en la calle.
Este hecho importaría sólo al Sindicato y los empleados municipales
Esto traería un panorama económico incierto porque escuchando declaraciones vertidas en medios radiales por la nueva presidente del Sindicato, parecería que ésta no viviría la realidad no sólo de Pinamar, sino de todo el país.
Se descuelgan con 40% de aumento en sus salarios; no se objeta que no correspondería, pero la realidad es que solamente hay dos soluciones para este tema: aumentar las tasas o achicar la planta de funcionarios públicos a la vez que rever otros gastos con que originar recursos para pagarles a los empleados.
Otro aumento de tasas equivale a sacudir y secar más los bolsillos de los contribuyentes y respecto a lo segundo, depende del intendente llevar a cabo ese movimiento.
Lo cierto que el Sindicato, como una vez Utopías lo hablara con el anterior presidente, no actuaría como debería ser, no sólo cuidando los intereses del empleado sino también de la comunidad. Es sabido de personal que no cumple con sus horarios, otros con carpeta médica y sin embargo estarían trabajando en otro lado, el uso y abuso de los vehículos de la municipalidad y otras situaciones que el vecino no ignora y no dejaría pasar.
La agresividad, el querer imponerse a través del Concejo Deliberante, para conseguir lo que querrían, haría que reine malestar entre compañeros y también en la sociedad, porque otros paros, otra carpa como de las villas , mostrando un Pinamar tan degradado, no es para nada saludable y tampoco económicamente bien para los habitantes contribuyentes.
No se trata de asumir y llevarse todo por delante como si fueran arreglar el mundo, los demás vecinos de Pinamar, también existen y tienen las mismas situaciones que los empleados municipales, con la diferencia que algunos para poder llevar el pan a la mesa tienen que trabajar 10 o 12 horas al día mientras los municipales (no todos, no se meten en la misma bolsa) estarían apoyados en el escobillón, mirando pasar los vehículos en la calle.
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