Los ausentes en la ayuda a damnificados

Una vez más la solidaridad del pueblo quedó manifiesta ante la gravedad de lo sucedido con las inundaciones.
El pueblo se movilizó, la juventud, los mayores  representando a nadie, sólo con la voluntad de ayudar, donando, acercando manos,enviando ayuda. Pero...
Los grandes ausentes son los que más podrían colaborar. El campo, figurita repetida de terratenientes cuando les tocan el bolsillo, por todos los medios saliendo a despotricar, ¿acercaron algo a los inundados? ¿Qué les perjudica enviar un camión con papas, o fruta aunque más no sea?
Leche, zapatallos, en fin, todo aquello que el campo produce que podría ayudar a llevar esta tragedia.
No se ha sabido nada de esta gente, tampoco de los componentes de las dos Cámaras, Diputados y Senadores, que no fueron capaz de donar parte de su dieta y dedicarla a la compra de lo que se necesita.
Laboratorios que  podrían acercar la medicina elemental para estos casos; salvo uno o dos  farmacéuticos aislados que ayudaron , los primeros ni abrieron la boca
Lo mismo sucedió en Pinamar; los políticos están muy ocupados preparando su campaña y el otro que se jorobe.
Siempre es el pueblo, la gente común, el trabajador que responde a la necesidad.