De unos años a esta parte, se sucedieron hechos delictivos en Pinamar, no esclarecidos por distintas circunstancias.
Reflexionando y observando el entorno, el accionar en todo el país, surge el tema de la justicia, tan light que es imposible pedir justamente, JUSTICIA.
Todo se maneja según cuánto tiene y quien es. El que no tiene medios ni alcance político, lleva las de perder y le cuesta años y en la mayoría de los casos no se resuelve o si lo hacen siempre es con una condena ínfima y en libertad, o en cárceles vip para el culpable. La víctima es investigada al máximo siendo sometida a tratos como si fuera el victimario, en su mayoría de casos.
Esto viene a colación a raíz del accidente que sufriera un muchacho trabajador de Pinamar, atropellado en la playa en lugares que no está permitido el tránsito vehícular, en la mañana del domingo. Se mantuvo en reserva el nombre del conductor de la 4x4 y era inútil intentar comunicación con la policía o con el fiscal.
Recién cuando salió por los medios nacionales (TV, radios) ahí no tuvieron forma de ocultarlo: era el hijo de un empresario, Agustín Vila su nombre, el que atropelló y siguió de largo sin prestar asistencia a la víctima.
Inmediatamente surgieron los atenuantes por parte del victimario, "que si estaba en estado etílico, si iba caminanado, etc" como si ello justificara el que se lleve por delante a una persona y más tomando la playa como una calle.
Pero como siempre la justicia, tapando todo, no queriendo hablar con los medios, no dando el nombre del que lo atropelló. Y para ello ¿se necesita tener billetera llena?
No cabe más que pensar que varios de los sucesos delictivos, que recuerde, tres asesinatos en Cariló, dos en Valeria, el último de la psicóloga en Pinamar, todos ellos sin resolver serían fruto de la corruptibilidad reinante en los poderes políticos y sociales y que este accidente de la playa es otro más que se agregaría a la lista de los poderosos.
Nelly Maletich
Reflexionando y observando el entorno, el accionar en todo el país, surge el tema de la justicia, tan light que es imposible pedir justamente, JUSTICIA.
Todo se maneja según cuánto tiene y quien es. El que no tiene medios ni alcance político, lleva las de perder y le cuesta años y en la mayoría de los casos no se resuelve o si lo hacen siempre es con una condena ínfima y en libertad, o en cárceles vip para el culpable. La víctima es investigada al máximo siendo sometida a tratos como si fuera el victimario, en su mayoría de casos.
Esto viene a colación a raíz del accidente que sufriera un muchacho trabajador de Pinamar, atropellado en la playa en lugares que no está permitido el tránsito vehícular, en la mañana del domingo. Se mantuvo en reserva el nombre del conductor de la 4x4 y era inútil intentar comunicación con la policía o con el fiscal.
Recién cuando salió por los medios nacionales (TV, radios) ahí no tuvieron forma de ocultarlo: era el hijo de un empresario, Agustín Vila su nombre, el que atropelló y siguió de largo sin prestar asistencia a la víctima.
Inmediatamente surgieron los atenuantes por parte del victimario, "que si estaba en estado etílico, si iba caminanado, etc" como si ello justificara el que se lleve por delante a una persona y más tomando la playa como una calle.
Pero como siempre la justicia, tapando todo, no queriendo hablar con los medios, no dando el nombre del que lo atropelló. Y para ello ¿se necesita tener billetera llena?
No cabe más que pensar que varios de los sucesos delictivos, que recuerde, tres asesinatos en Cariló, dos en Valeria, el último de la psicóloga en Pinamar, todos ellos sin resolver serían fruto de la corruptibilidad reinante en los poderes políticos y sociales y que este accidente de la playa es otro más que se agregaría a la lista de los poderosos.
Nelly Maletich
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